Siempre que oímos hablar un especialista en mercados y se le pide un consejo sobre lo que deben hacer las personas para gestionar su patrimonio oímos la famosa frase de : " No metas todos los huevos en la misma cesta". Inconscientemente esa frase nos sugiere que no debemos concentrar todo nuestro patrimonio en un mismo activo,pero debemos ir más allá y pensar en no concentrar todo nuestro patrimonio en un sólo instrumento, o incluso es aconsejable no concentrar el llamado riesgo de emisor en una sola entidad financiera.
Esperemos que esta crisis financiera y ciertas prácticas de ciertas entidades sirvan de referencia y lección para que el público sepa apreciar e identificar a los buenos gestores y profesionales, que los hay. La desconfianza es y va a ser uno de los mayores problemas del sector financiero en el momento en que la crisis empiece a remitir. Vamos a analizar un poco las diferentes posibilidades que tenemos para gestionar y diversificar el capital, sin que pretenda ser este artículo una referencia completa
Naturalmente la primera tarea que realizan todos los profesionales de la asesoría financiera es averiguar el perfil del inversor para así diseñar la estrategia en consecuencia. Como hemos comentado, esto pretende ser una aproximación genérica y por tanto obviaremos este punto tan importante haciendo una relación de instrumentos independientemente del perfil.
LA RENTA VARIABLE, POTENCIAL DE BENEFICIO CON RIESGO DEL CAPITAL.
Sin duda cuando hablamos de inversiones siempre tenemos en la cabeza las grandes ganancias, y éstas sin duda las proporciona la Renta Variable. Ésta por definición alberga un gran potencial de beneficio, pero también un enorme riesgo en ocasiones, dependiendo del tipo de activo que seleccionemos.
El apalancamiento financiero, la gran trampa.
Sin duda, éste es el factor diferencial que existe entre los productos de Renta Variable. Para los profanos, el apalancamiento financiero es la posibilidad de invertir un múltiplo de tu capital y ese es el gran reclamo de algunos productos, sin mencionar que ese apalancamiento puede jugar a nuestro favor multiplicando nuestros beneficios, o en nuestra contra multiplicando las pérdidas.
Acciones, el mejor activo para empezar
Sin duda las acciones son la mejor opción para iniciarse en este tipo de activos, precisamente por la falta de apalancamiento. Es decir nuestro riesgo se corresponde exclusivamente con el capital invertido, y no va más allá. Evidentemente la inversión en acciones con garantías exige de unos conocimientos y de una cierta experiencia antes de lanzarse a la arena, como el resto de activos que aquí comentamos. Mediante las acciones podemos diversificar nuestro riesgo invirtiendo en distintos sectores industriales o distintas zonas geográficas.
Fondos de inversión, la inversión colectiva
Otra opción para los no expertos es invertir parte de su capital en Fondos de Inversión. Principalmente estos instrumentos gozan de dos grandes ventajas:
- Desde el punto de vista de diversificación. Comprando participaciones de un fondo estas invirtiendo en una cesta de activos. Por tanto, puedes diversificar adecuadamente tu capital independientemente de lo reducido que sea, y dejas las decisiones de compra y de venta de éstos en manos del equipo gestor
- Desde el punto de vista de la fiscalidad. Desde hace algunos años, la transmisión de participaciones de un fondo de inversión a otro está exento de tributación. Son los llamados traspasos de fondos que permiten diferir la factura fiscal con el correspondiente beneficio, ya que te permite seguir operando con la totalidad de tu capital hasta recuperarlo.
Hay que prestar atención sobretodo a las comisiones de los fondos, porque en algunas ocasiones y tipos no compensan las ganancias. Para ello tenemos una opción válida que es acudir a gestores independientes que nos pueden aconsejar cual es el fondo adecuado para nosotros en cada momento
Futuros, introduciéndonos en la especulación
Una vez contamos con sólidos conocimientos nos podemos introducir en el mundo de los productos derivados, o productos cuyo valor depende de otros, su subyacente. La ventaja de los productos derivados es su potencial debido al apalancamiento financiero no exento de peligros, pero también la posibilidad de poder ganar con los mercados a la baja con las llamadas posiciones a corto. El futuro no es más que un contrato a futuro en que las dos partes se comprometen a realizar una transacción financiera a un precio prefijado en un horizonte temporal definido. Es un producto apalancado en el cual el broker nos presta el capital suficiente para acudir al mercado a cambio de depositar una garantía
Opciones, la inversión más profesional
La evolución natural del producto anterior es la opción, un producto profesional por excelencia, debido a su alta complejidad. La principal diferencia de las opciones con los futuros es que en las primeras no existe la obligación de ejecutar la transacción, sino que la decisión recae sobre una de las partes que puede decidir si ejecutarla o no. Este derecho se adquiere pagando una prima a la contraparte que asume el compromiso de acatar la decisión tomada.
CFD's, la opción retail.
Recientemente hemos visto la expansión de este tipo de productos que han popularizado la inversión en productos derivados. Como los anteriores, siguen siendo productos apalancados, pero a diferencia de los anteriores la garantía tiene unos importes más reducidos y por tantos son aptos para el inversor de retail, el mercado al cual se orientan estos productos. Han tenido una expansión muy rápida y gracias a las nuevas tecnologías están al alcance de todos. Básicamente el contrato por diferencias está referenciado a un activo y el beneficio que se obtiene es el resultado de calcular la diferencia entre el precio de venta y de compra del mismo en el momento de abrir y cerrar la posición.
Spot, el contrato de contado FOREX
Más recientemente aparecen los contratos diarios de FOREX, que no son más que un contrato por diferencias de duración por un día. Esto ha abierto las puertas del mercado de divisas al retail. Como en casos anteriores hablamos de productos apalancados de alto riesgo que pueden inflingir pérdidas en la cartera superiores al capital invertido.
LA RENTA FIJA, LA SEGURIDAD Y MENOR VOLATILIDAD.
Siempre cuando pensamos en productos seguros aparecen en nuestra cabeza las palabras Renta Fija, pero esto no tiene porqué ser así. La Renta Fija la cual adquirimos en mercado primario o en el mercado secundario por un precio fijado y que nos proporciona flujos de capital como remuneración de una forma periódica hasta el final de vida del mismo, momento en el cual se nos devuelve el capital invertido. A pesar de su aparente fiabilidad total hay que insistir en que estos productos llevan implícito el llamado riesgo de emisor. Nosotros al adquirir un producto de este tipo lo que hacemos es confiar en el emisor del producto y depositar nuestro capital en sus manos, por tanto dependemos de su solvencia. Recientemente hemos tenido distintos casos en los que hemos visto que este hecho no se ha producido con graves consecuencias para los inversores.
Los Depósitos, el ahorro tradicional.
Sin duda, el instrumento más utilizado en España, y así lo corroboran la mayoría de estadísticas, son los depósitos. Un depósito nos ofrece una rentabilidad garantizada a cambio de depositar el dinero en la entidad durante un período determinado. El problema de los depósitos a varios años es que nos ofrecen una rentabilidad que no resulta real en la mayoría de ocasiones, dado que la inflación disminuye la rentabilidad real progresivamente en el tiempo. Una opción interesante en este aspecto es la de contratar un depósito creciente, con una rentabilidad que aumenta a medida que avanza el tiempo y así conseguimos mitigar, aunque sea en parte la devaluación de esa rentabilidad vía inflación. Podéis ver aquí el depósito más contratado
Los Bonos corporativos, o como invertir en la empresa privada
Otra opción son los bonos de empresas privadas. Un bono es un instrumento financiero de deuda mediante el cual una empresa o entidad privada puede captar capitales en los mercados a cambio de un tipo de interés abonado de forma periódica. Es una opción interesante, a no ser porque el nominal de los títulos acostumbra a ser elevado, y por tanto fuera del alcance de muchos inversores. Otro factor a tener en cuenta es la liquidez que puede haber en el mercado a la hora de encontrar contrapartida.
La Deuda Pública, una opción muy popular
De forma análoga al activo anterior, las emisiones de deuda pública gozan de la ventaja del reducido nominal. Con la garantía de un estado soberano captan el capital necesario para poder cubrir una parte importante del gasto público. Existen multitud de emisiones de este tipo y normalmente los estados las emiten de forma regular. Tenemos dos formas de adquirir estos activos:
- Mercado Primario. Directamente del emisor, en el momento que éste realiza una nueva emisión y normalmente por el método de la subasta.
- Mercado Secundario. Es un mercado parecido a la bolsa en donde podemos adquirir títulos ya emitidos. En España tenemos el AIAF que concentra todas las emisiones de Renta Fija
LOS PRODUCTOS MIXTOS, SOLO APTOS PARA PROFESIONALES.
Bonos Convertibles, una alternativa a las Preferentes
Después de las Preferentes, hemos visto como se producían diversas emisiones de Convertibles en el mercado minorista. Estos productos están a medio camino entre la Renta Fija y Renta Variable, pero su principal característica es que la entidad emisora no devuelve el dinero depositado en la inversión, sino que a cambio y a vencimiento aporta unas acciones (Renta Variable) de la entidad. Por tanto, la cotización de estos productos viene determinada por la cotización de las acciones.
UNA APROXIMACIÓN A LAS OPCIONES DE INVERSIÓN
Con éste artículo hemos pretendido aproximarnos al abanico de posibilidades que tenemos para diversificar nuestra inversión. Esperamos que esto pueda arrojar un poco de perspectiva y pueda servir un poco de referencia a los no iniciados.