Merkel, Europa y la batalla del regulador bancario.

La Unión Europea está acometiendo una profunda reforma estructural que afecta a todo su sistema financiero. Sin duda es uno de los procesos de más calado que se han llevado a cabo me atrevería a decir, desde los inicios del Mercado Común Europeo. El objetivo fundamental de todo esto es lograr un sistema financiero unificado y más sólido que permita afrontar con más fortaleza posibles tiempos adversos. la cancillera Merkel ha usado su influencia y su peso dentro del organigrama de la Unión Europea para imponer parte de sus postulados referidos a la reforma bancaria, pero esto nos deja un proceso de integración financiera huérfano de sus principales objetivos?


Dentro de todo este proceso focalizado en un gran objetivo común, en cuánto ha empezado su andadura han empezado a aflorar intereses divergentes entre los países miembros que han dejado muy diluida la idea inicial del proceso de integración bancaria. Existen diferentes intereses que hacen un acuerdo muy difícil que siga manteniendo el espíritu inicial de la reforma, una situación que se ha repetido en muchas ocasiones y aspectos durante la reciente historia europea en donde los procesos de convergencia siempre han encontrado múltiples obstáculos.

Esta reforma financiera que ya estaba presente en la agenda de la integración europea ha sufrido una rápida aceleración por las circunstancias. La crisis que ha golpeado las economías europeas ha dejado el sistema financiero al borde del colapso y eso ha encendido todas las alarmas.

 

ALEMANIA, EL PRIMER GOLPEADO POR LA CRISIS.

Sin duda, allá por el 2.008 cuando el sistema bancario español se hallaba en la cúspide y era el más sólido del mundo según algunos, los primeros bancos alemanes eran golpeados duramente por la crisis y tenían que pedir ayuda estatal. En nuestro artículo sobre el rescate bancario español ya dimos una visión de este hecho que ahora vamos a recordar con dos gráficos:

 

El primer gráfico muestra la distribución de las ayudas públicas sobre el sistema bancario.A pesar de todo lo que se ha hablado sobre las ayudas solicitadas para el rescate de la banca española, si hacemos un cálculo rápido podemos ver que la cantidad proporcionada para el rescate de los bancos alemanes es bastante superior, aunque en este caso hay una diferencia substancial. La mayor parte de esas ayudas han sido proporcionadas directamente por el estado alemán, sin ser necesaria la aportación de fondos europeos. Sin obviar este  dato ni minusvalorarlo, creo que este es un hecho que no debe despreciarse el que la banca alemana haya necesitado también importantísimas inyecciones de capitalSólo con el rescate aportado para salvar al Hypo Real State en un sistema mixto de fondos públicos o privados, cubriríamos en su mayor parte el importe del rescate a todo el sistema bancario español.

 

ALEMANIA PONE VETO A LA SUPERVISIÓN EUROPEA.

Pero a diferencia de lo acaecido con nuestro sistema financiero en donde la purga de entidades medianas y pequeñas ha sido casi absoluta, el Alemania el estado de sus cajas rurales o Landesbanken sigue siendo un misterio y no parece que el gobierno alemán esté dispuesto a desvelarlo. Todo esto pone en evidencia un hecho que no deja de ser muy importante: Desde el principio de esta crisis, los bancos alemanes han sido los menos supervisados por entidades ajenas al estado alemán. Este hermetismo no hace más que aumentar las especulaciones sobre el estado real de las cuentas de estas entidades. Es de suponer que Alemania quiere limpiar su ropa sucia en casa, pero no me parece de recibo exigir absoluta transparencia a los demás cuando tú te sigues cubriendo tus vergüenzas.

Cuando el proceso ha ido avanzando y se ha puesto sobre la mesa la fuerte interconexión entre las entidades de la zona Euro inmersas dentro de una área económica común, queda claro la necesidad de que aparezca la figura de un reulador europeo para garantizar la estabilidad de todo el sistema. Hasta este punto el acuerdo entre miembros parecía hasta unánime pero las discrepancias acaban surgiendo al definir el alcance de éste regulador. La posición alemana circunscribe exclusivamente las competencias del nuevo organismo a las entidades sistémicas, dejando fuera de supervisión a las entidades de menor tamaño y salvaguardando a sus Landesbanken de ingerencias externas. La pregunta que surge aquí es: Se trata esto de una preservación de la soberanía, o de una ocultación de nuevas entidades contaminadas con activos tóxicos?. Estas entidades en muchos casos son depositarias o gestoras de importantes fondos de pensiones que podrían tener en sus carteras activos de dudoso cobro de países periféricos.

 

ALEMANIA NO ES LA ÚNICA QUE SE OPONE.

 Alemania no es el único miembre de la UE que se opone a que aparezca un regulador con un poder tan grande que sólo rinda cuentas al BCE. Parece que el Reino Unido y Suecia principalmente se hallan alineados con las tesis germanas. Para acabar de complicar la situación nos encontramos en que este regulador tendría de ámbito de actuación toda la Unión Europea. Hay que recordar que toda la Unión no está incluída dentro de la zona Euro, pues tenemos países que siguen conservando su propia moneda como es el caso del Reino Unido y el estado Sueco. Esto dejaría a sus entidades financieras bajo la supervisión y regulación de una entidad ajena a sus fronteras e incluso con otra moneda distinta a la propia.

 

LA FIGURA DEL REGULADOR Y SU IMPACTO EN EL RESCATE BANCARIO ESPAÑOL.

La postura opuesta a los postulados alemanes era la del gobierno de España entre otros, también fundamentados en intereses particulares. España defendía la tesis de la creación de un organismo regulador integral, de forma que todas las entidades financieras de la Zona Euro estuvieran sometidas a su supervisión independientemente de su tamaño. Además se solicitó que esta supervisión bancaria tuviera un efecto retroactivo de manera que la deuda del sistema bancario español contablemente no iría a aumentar la deuda soberana estatal, sino que quedaría mutualizada como deuda pública del sector financiero europeo.

Naturalmente esto no fue aceptado por los demás socios, y el regulador nace con la vocación de supervisar las entidades sistémicas y el Estado Español debe hacerse cargo de la deuda de su sistema bancario y es el garante para devolver el préstamo de la Unión Europea.

 

CUESTIONES DE FONDO.

Esta situación podría revelar ciertos aspectos hasta ahora desconocidos de la economía alemana, y quizás es precisamente es una de las cuestiones que Merkel guarda tan celosamente. Es difícil de evaluar el impacto del posible descubrimiento de un agujero financiero de dimensiones considerables dentro del corazón del sistema alemán. Alemania, un país que desde casi el comienzo de este proceso se está financiando a tipos reales cero o negativos gracias exclusivamente a su solvencia contrastada podría ver como ésta se pone en duda al tener que hacerse cargo de un agujero no contabilizado. 

Posiblemente sería discutible ante esta situación de incertidumbre que el Estado Alemán siguiera manteniendo la preciada AAA y con ello la financiación del estado y de las empresas alemanas se verían directamente afectadas reduciendo su competititvidad y sus exportaciones que ya de por si están empezando a dar señales de debilidad fruto de años de políticas de brutal austeridad sobre sus principales socios comerciales.


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