Realmente, este 2022 está siend de infarto en el sector cripto. Aunque hay que reconocer que esto no es fruto de la mala suerte o por el azar, sino que las cosas caen por su propio peso, y las consecuencias de las malas prácticas acaban aflorando tarde o temprano.
Ha habido malas prácticas, hay que reconocerlo. Yo ya he insistido varias veces en que el sector, una vez pasada la tormenta, debería hacer un profundo análisis de conciencia. Estoy seguro que se va a realizar por que es la única manera de mejorar el ecosistema.
Los actores que hagan este ejercicio de forma honrada y transparente se encontrarán en una clara ventaja competitiva respecto al resto que intente mantener el antiguo modelo. Con antiguo modelo me refiero a estas prácticas opacas de gestión de los CEX, e incluso una gestión difusa de lo que son los fondos propios y los fondos de los usuarios, algo que esta absolutamente perseguido en el sistema tradicional o tradFI. Ahora estamos viendo el motivo.
ESTO NO ES COMPARABLE...
Pero.. esperando a que se demuestre lo contrario, este post es precisamente para remarcar que este, a día de hoy es un caso completamente distinto.
Las políticas de AML
Esta misma semana saltaba una noticia, como mínimo intranquilizadora, sobre Binance. En ella se hablaba de una posible acusación por mala praxis en las políticas de AML, en un caso que data de 2018. Atención....
En el artículo de prensa, se habla de que habría división en el departamento de Justicia de USA sobre si formular la acusación. Binance ya se había enfrentado a este tipo de procesos en otros países y nunca ha habido una condena en firme, por que seguimos teniendo una lamentable situación en lo que respecta a la regulación de los criptoactivos, y las compañías que los transaccionan.
Preguntado por el tema, Binance responde:
Esta industria naciente ha crecido rápidamente y Binance ha demostrado su compromiso con la seguridad y el cumplimiento a través de grandes inversiones en nuestro equipo, así como en las herramientas y la tecnología que utilizamos para detectar y disuadir actividades ilícitas
Que conste que este post no supone ningún alegato en favor de Binance. Entre otras cosas por que entiendo que se sabe defender solita.... pero si que pretende ser un toque de atención hacia la información que recibimos sobre este sector de forma continua.
Primero de todos, creo que si pensamos con sentido común, Binance es el primer interesado en no tener problemas con el AML. Dado el tamaño que ha adquirido no creo que necesite hacer este tipo de actividades, además de que esto es como dispararse en el pie uno mismo, dado que es el blanco o el motivo perfecto para que las autoridades ataquen a la compañía
SI.. EL CONTEXTO IMPORTA
No pretendemos ponernos paranoicos, pero es cierto que debemos interpretar las acciones de cada uno según el contexto. Deberíamos preguntarnos el porqué se ´resucita´ un caso del año 2018 justo ahora, después de la caída de FTX, el gran rival norteamericano del exchange de origen chino
Está muy claro que esta posición de dominio actual por parte de Binance no es del agrado al otro lado del Atlántico y se ha iniciado una campaña para, como mínimo, disminuir su influencia y capacidad
LAS POLÍTICAS DE AML EN EL SECTOR FINANCIERO
Las políticas dedicadas a combatir el blanqueo de dinero (Anti Money Laundering), o lo que es lo mismo, detectar la legalización de ingresos procedentes de actividades ilícitas, es uno de los grandes caballos de batalla de las administraciones. Comprenden una serie de medidas de control y supervisión destinadas. Estas políticas se aplican a una amplia variedad de entidades, como bancos, empresas de servicios financieros y de inversión, compañías de seguros y otras instituciones financieras.
Las políticas AML incluyen medidas para identificar y reportar transacciones sospechosas, así como para evaluar y gestionar el riesgo de lavado de dinero en las operaciones de la entidad. También pueden incluir la implementación de medidas de prevención, como la verificación de la identidad de los clientes (KYC) y la vigilancia de las transacciones financieras para detectar patrones sospechosos.
Las políticas AML son una parte importante del sistema financiero internacional y tienen el objetivo de proteger el sistema financiero de la corrupción y el fraude, y de ayudar a prevenir el financiamiento del terrorismo y otras actividades ilegales.
Por tanto, no son normas ni directivas explícitas referidas al mundo cripto... así que podemos hacernos esta pregunta:
¿Que sucede con la aplicación de las políticas AML en el sector financiero tradicional?
Vamos a hacer un examen rápido:
- En 2018, Credit Suisse se vio obligado a pagar una multa de 135 millones de dólares por parte del Departamento de Justicia de los Estados Unidos por haber violado las leyes de control de lavado de dinero y sanciones aplicables a Irán y Sudán. La empresa también se comprometió a implementar medidas de cumplimiento mejoradas y a asignar un monitor externo para supervisar su cumplimiento de las leyes de control de lavado de dinero y sanciones.
- En 2019, Credit Suisse se vio obligado a pagar una multa de 47 millones de libras esterlinas (alrededor de 60 millones de dólares) por parte del Financial Conduct Authority (FCA) del Reino Unido por violar las leyes de control de lavado de dinero y por no haber implementado adecuadamente medidas de cumplimiento.
- En 2020, Credit Suisse se vio obligado a pagar una multa de 565 millones de dólares por parte del Departamento de Justicia de los Estados Unidos y el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos por haber violado las leyes de control de lavado de dinero y sanciones aplicables a Rusia, Irán y otros países. La empresa también se comprometió a implementar medidas de cumplimiento mejoradas y a asignar un monitor externo para supervisar su cumplimiento de las leyes de control de lavado de dinero y sanciones.
¿Esto es un problema de un banco en concreto?... EN ABSOLUTO
- En febrero de 2022, el banco suizo UBS se vio obligado a pagar una multa de 34 millones de libras esterlinas (alrededor de 44 millones de dólares) por parte del Financial Conduct Authority (FCA) del Reino Unido por haber violado las leyes de control de lavado de dinero y por no haber implementado adecuadamente medidas de cumplimiento.
- En marzo de 2022, el banco estadounidense JPMorgan Chase se vio obligado a pagar una multa de 2.000 millones de dólares por parte del Departamento de Justicia de los Estados Unidos y el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos por haber violado las leyes de control de lavado de dinero y sanciones aplicables a Rusia, Irán y otros países.
- En abril de 2022, el banco español Santander se vio obligado a pagar una multa de 32 millones de libras esterlinas (alrededor de 41 millones de dólares) por parte del FCA del Reino Unido por haber violado las leyes de control de lavado de dinero y por no haber implementado adecuadamente medidas de cumplimiento.
Y en concreto, hace pocos días....
- El Santander pacta una multa de 125 millones en el Reino Unido por el deficiente control en la prevención del blanqueo. La sanción acordada busca paliar las carencias detectada en la banca de autónomos en el país entre 2012 y 2017
- La SEC acusa a Danske Bank de fraude por fallos en su programa AML y acuerda el pago de 2.000 millones de dólares
Naturalmente, nadie pone en tela de juicio que estas noticias supongan el final o el derrumbre de las entidades sancionadas. Ya ves que las sanciones por las malas prácticas en la aplicación de políticas AML son relativamente frecuentes. Y naturalmente, este comentario no pretende ser una disculpa a ninguna de estas prácticas, sólo poner de relevancia la dificultad que tienen todas estas entidades en aplicar las múltiples políticas antiblanqueo distintas cuando están realizando su actividad en distintas jurisdicciones.
Las malas prácticas son relativamente frecuentes, y son realizadas quizás, de forma más intencionada en algunas ocasiones y de forma más accidental vinculada a una mala praxis administrativa en otras. Sea cual sea el caso de Binance,si realmente las únicas imputaciones para la compañía son éstas, tendrá que responder, naturalmente, pero hay que enmarcar este suceso dentro del contexto de actividad de cualquier entidad financiera que realiza millones de transacciones diarias, y con la penalización de que lo está haciendo en un entorno totalmente desregulado, como dificultad añadida.