Trump planea eliminar la regulación financiera

Después de la victoria de Trump, las primeras Órdenes Ejecutivas firmadas por la nueva Administración denotan el nuevo rumbo que se quiere imprimir en las nuevas políticas a aplicar. Uno de los sectores afectados va a ser el sector financiero especialmente la Banca de Inversión que clama por sacarse de encima el marco regulatorio actual centrado en el acta Dodd-Frank.


Septiembre de 2008: se produce la gran debacle en los mercados financieros. Lehman & Brothers, una de las joyas de la banca de inversión norteamericana colapsa y declara la bancarrota en un aciago día 15. En nuestra retina queda la imagen de empleados retirando sus enseres de las que hasta ahora habían sido sus oficinas una vez conocida la mayor bancarrota declarada en la historia de los EE.UU.

Pero más allá de los detalles de este episodio sobradamente conocido, lo que nos ocupa en esta ocasión son las derivadas que provocó en todo el sector financiero especialmente en temas regulatorios. Sin duda este hecho provocó un punto de inflexión que vendría a marcar el futuro inmediato y cambiaría para siempre la estructura y las dinámicas de la Banca de Inversión.

Así nace el acta Dodd-Frank o "Ley de Reforma de Wall Street y Protección del Consumidor", una regulación promulgada por Barney Frank y Chris Dodd y ratificada por Barack Obama el 21 de Julio de 2010. Una ley que promueve una segregación clara entre lo que es la Banca Comercial y la llamada Banca de Inversión e intenta controlar las actividades de esta última intentando proteger a consumidores y mercados de excesos anteriores y prácticas abusivas por los principales actores del mercado.

Naturalmente todas estas medidas no fueron ni son del agrado de un sector que vivía cómodamente acomodado en un entorno de desregulación desde la era Reagan y que vió como las sucesivas administraciones demócratas ponían más controles a su actividad culminando después de la gran devacle de 2008. Las tornas ahora han cambiado. Con la llegada de la nueva Administración Trump con varios ex-Goldman Sachs en sus filas, en uno de sus primeros movimientos ha sentado las primeras bases para deshacer el camino andado y desrregular de nuevo la actividad de Banca de Inversión apelando a un hecho principal:

- Se achaca a esta regulación el hecho de una pérdida de competitividad del sector de la Banca de Inversión que ha perjudicado gravemente la recuperación económica de los EE.UU.

 

Todo esto obviando naturalmente el motivo de la creación de esta Ley, orientada a evitar que se vuelva a producir un escenario tan dantesco desde el punto de vista económico como el 2008 y cuyas consecuencias en algunas de sus vertientes aun arrastramos hoy en día

El día 2 o 3 de Febrero, Trump firma una de sus Órdenes Ejecutivas para retroceder las regulaciones financieras encarnadas en el acta Dodd-Frank abriendo un escenario de relajación de las regulaciones para la Banca de Inversión y plegándose a los deseos de los grandes actores de Wall Street que gracias a la regulación habían visto mermadas su capacidad de acción y de movimientos.

Evidentemente no ha sido ésta la Orden Ejecutiva que ha causado más revuelo dentro del catálogo exhibido por el díscolo nuevo presidente de los USA, pero seguramente es una de las que puede causar más impacto a largo plazo a nivel macroeconómico, y por ello es algo que debemos tener en cuenta a la hora de operar en los mercados financieros.

Siendo este un proceso lento que no puede abordarse en una semana, la administración Trump ha marcado claramente sus intenciones y la orientación de sus políticas. Una  mayor libertad de acción de la Banca de Inversión puede redundar en una mayor liquidez en los mercados con el correspondiente aumento de la volatilidad en un medio largo plazo y eso exige un seguimiento estrecho de cualquier noticia o decisión al respecto que recorte la legislación actualmente vigente.